Para pasar una auténtica noche vienesa se debe visitar un heurigen. El término proviene de heurig (que significa «de este año»), ya que estos establecimientos al principio solamente podían servir el vino más joven.
Los heurigen tradicionales los llevan vinateros y suelen estar dentro de la casa del propietario. Venden su propio vino, sirven comida casera y sencilla de estilo bufé y sólo abren durante la mitad del año. En un distrito de heurigen, los vecinos se turnan para abrir escalonadamente. Hay que buscar los celemines o las coníferas sobre las puertas para reconocerlos.
1º. Buschenschank Haslinger:
Se encuentra en Agnesgasse, 3. Este local es especialmente atractivo en verano, cuando se puede comer apaciblemente bajo las parras de su bello jardín.