A poca distancia del centro, siempre comenzando en Karlsplatz, pero esta vez más hacia el este, un barrio que va a ampliarse con la transformación de la estación sur en estación central, y la creación de hoteles con encanto alrededor del Belvedere. Haced una parada en el parque para comer algo de pie ante de ir más lejos si hace bueno.
1º. Café-restaurante Resselpark (Wiedner-Haupstraat, 1):
Abre todos los días entre las 11.30 y las 22.00 horas. Se puede comer por el menú del día por unos siete euros. Los platos cuestan entre 8 y 17 euros. Presenta cocina tradicional que se sirve bajo un toldo cuando hace bueno, y en una sala con vistas al parque.
Se trata de un establecimiento como los que quedan todavía en Viena, que no están reservados para turistas (estamos a dos pasos de la Karsplatz, del Metro y de todo), y que siguen ofreciendo un menú a un precio imbatible al medio día, vinos a precios moderados, y platos que os permitirán seguir vuestro itinerario a gusto.
2º. Salm Braü (Rennweg, 8):
Abre todos los días entre las 11.00 y las 24.00 horas. Cuenta con buenos platos tradicionales entre 10 y 18 euros. Es una taberna auténtica, con cerveza y ambiente caseros garantizados, que se halla justo al bajar del tranvía y junto a otro monumento de la vida local, el Belvedere, lo que explica su éxito.
No dejésis que os sienten en la cueva, esperad a que haya una mesa libre cerca de las barricas o en la Georgsaal, que data de 1717. También hay una terraza en el patio.
3º. Kleinsteiermark (Schweizer Garten):
Se encuentra en el parque del jardín suizo que se encuentra delante del Museo Militar. Se trata de una de las pocas direcciones donde se puede comer por poco dinero y no muy lejos del Belvedere Superior. Tiene una terraza muy agradable bajo las frondosidades del parque.
En el interior, acogida asegurada por parte de una bruja encaramada a un tejado, coleción de objetos alpnios: esquís, patines, edelweisss… Cuenta con cocina rústica, pero sabrosa, sopas, tortillas y platos típicos tiroleses.
Foto vía Tripadvisor
