Viena no es una ciudad precisamente barata y apta para todos los bolsillos. Por todo ello, conviene conocer como ahorrar dinero en esta ciudad y conseguir estirar el mismo al máximo durante nuestra estancia allí.
1º. Vienna Card:
Con este carne se puede viajar en transporte público y se obtienen descuentos en entradas a 170 museos, monumentos, conciertos, teatros, tiendas, restaurantes y Heurigen. Por 19,90 euros se puede viajar en Metro, autobús, tren y tranvía duranet 72 horas. Se vende en hoteles y oficinas de turismo.
2º. Descuentos en el cine:
Los lunes hay entradas a precio reducido, todas cuestan igual (4,50 euros) y están sin numerar.
3º. Comer a buen precio:
Aunque comer puede resultar caro, muchos restaurantes ofrecen precios razonables y los menús de mediodía de precio fijo son siempre una buena oferta. Se deben evitar los restaurantes de las zonas turísticas y buscar locales típicos vieneses, sobre todo, en el área de la Universidad y en el Ayuntamiento y el Barrio de los Museos.
4º. Descuentos:
Aunque las entradas a los lugares de interés de Viena son algo caras, la mayoría ofrece descuentos a los portadores de carné de estudiante, jubilados o familias. Además, algunos monumentos y museos disponen de un día a la semana en el que la entrada cuesta la mitad o incluso es gratuita.
5º. Elegir la zona adecuada:
Si se tiene un presupuesto limitado es importante elegir la zona adecuada a la hora de buscar restaurante o alojamiento. El centro de Viena puede resultar algo caro y alojarse en un hotel más apartado reduce los gastos de forma considerable.
6º. Cámping:
Una forma económica de alojarse es llevar la tienda de campaña o una caravana y quedarse en uno de los cuatro cámpings que hay en Viena. No obstante, no es recomendable hacerlo en invierno ya que las temperaturas suelen bajar de cero grados.
Foto vía Compact Travels
