Un paseo por Viena

Viena es la capital de Austria y está situada a orillas Danubio, en el valle de los Bosques de Viena, al pie de las primeras estribaciones de los Alpes. La ciudad tiene una larga historia, ya que es una de las más antiguas capitales de Europa, por lo que cuenta con un importante patrimonio artístico y cultural

Durante el siglo XIX fue una de las grandes capitales musicales del mundo y a principios del siglo XX meca de la filosofía y el debate político de Occidente, así como uno de los principales centros culturales mundiales. Viena derrocha arte y cultura por todos sus rincones.

La capital de Austria es elegante y culta, y es famosa por el arte y la música. El centro antiguo de la ciudad fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Viena tiene un pasado accidentado. Desde sus inicios romanos en el año 15 antes de Cristo, la ciudad ha cambiado de manos en multitud de ocasiones. En los días gloriosos del siglo XVIII empezó a aparecer la arquitectura barroca, y la música clásica fue promocionada por los Habsburgo, atrayendo a Mozart y Beethoven a la ciudad, a los que seguirían Schubert y los Strauss en el siglo XIX. A los músicos se le añadían artistas y escritores, convirtiendo a Viena en una de las ciudades culturalmente más importantes de Europa.

El monumento más simbólico de Viena es la esbelta y grácil aguja de la catedral de San Esteban (Stephansdom). Construida sobre los restos de una antigua iglesia, algunos de los cuales se incorporaron a la actual, es una obra maestra del gótico del siglo XIV, con un reluciente techo de tejas en el que aparece la simbólica águila austríaca. Tanto en el exterior como en el interior hay maravillosas esculturas, y el púlpito y el altar son particularmente bellos.

Además, el palacio Imperial también está en la ciudad vieja, junto con los edificios más destacados de Viena, por lo que es preferible recorrer esta zona a pie. El Schloss Schonbrunn es todavía más espectacular. La cámara del tesoro contiene tal abundancia de oro y piedras preciosas, tanto laicas como religiosas, que se hace difícil saber adónde mirar.

Por último, hay que ver el museo Kunsthistorisches, el Schloss Belvedere, el Palais Liechtensein, la Kariskirche y la Escuela Española de Equitación.

Foto vía Mundo City