Cafés vieneses

Cuando en septiembre de 1683 los turcos ya llevaban dos meses sitiando Viena y la vida se hacía insostenible en la ciudad, el general encargado de defenderla buscó un emisario capaz de romper el cerco y avisar a las tropas del rey de Polonia, que debían estar cerca.

Apareción entonces un tal Kolschitzky, nacido en 1640 en Armenia, que era comerciante de productos orientales y hablaba turco. Vestido de turco, salió del casco urbano, atravesó el campamento turco y llegó hasta las posiciones polacas. Dos días después el ejército polacó salvó a Viena y los turcos se fueron.

Los hambrientos vieneses se lanzaron sobre los víveres. Entre ellos, encontraron unos sacos llenos de granos color verdeguís, que creyeron que era pienso de camello. Era café. Kolschitzky obtuvo la carga como pago a su gesta y abrió el primer café de Viena, cerca de la catedral.

En el café vienés hay una estrella indiscutible: el camarero, al que hay que llamar Herr Ober. Parece que su misión principal no es servir café, sino anticiparse a los deseos del cliente. Un buen Ober sabe quien entra y quien sale, y controla todo.

Hay una amplia variedad de cafés en Viena,  a saber: Ein grosser/kleiner Schwarzer (café negro); grosser/kleiner Brauner (un cortado grande/pequeño);  Melange (café con leche); Verlängerter («alargado» con agua); Eiskaffee (blanco y negro con helado de vainilla y nata morada; Kapuziner (capuchino); o türkisches Caffee (café turco). Todos ellos son acompañados con un vaso de agua que se renueva si al Ober le parece bien.

En el casco antiguo de Viena, sobresalen varios cafés como los siguientes: el Café Bräunerhof, situado en Stallburggasse, 2; el Café Central, ubicado en Herrengasse, 14; el Café Griensteidl, que se halla en la Michalerplatz, 2; y el Café Hawelka, que se encuentra en Dorotheergasse, 6.

Por lo tanto, si vas a Viena tienes que entrar en un café vienés y probar uno de sus sabrosos cafés. Es toda un tradición cultural. No en vano, la Unesco acaba de declarar a los cafés de Viena como Patrimonio Cultural Intangible de la Humanidad.

Foto vía  Patrimonios de la Humanidad