Tomás Saracen, un artista argentino de 42 años, se dedica a la confluencia de disciplinas, mezclando arquitectura, arte, ecología, utopía y crítica social, al mismo que sostiene que la idea de que se debe cambiar de rumbo para evitar que la Tierra se colapse por el impacto de los seres humanos sobre su equilibrio y recursos.
«Becoming Aerosolar» (Convertirse en aerosolar), es la primera primera exposición de Tomas Saracen en Austria. Se puede ver hasta el próximo 30 de agosto en el Museo de Arte Moderno de Viena.
En esta exposición, se plantea la hibridación de arte y ciencia para considerar modelos de vida alternativos y un tratamiento más sostenible del medio ambiente. La idea principal es que la energía solar y la termodinámica terrestre facilitan volar a cualquier objeto semejante a un globo que sea calentado por la luz del Sol.
Para demostrarlo, el artista argentino su propuesta crea (e incluso deja que los visitantes colaboren en ello) singulares esculturas con bolsas de plástico utilizados que después se lanzan al Espacio.
Estas «esculturas aerosolares» pertenecen a un proyecto interdisciplinar a largo plazo en el que colabaran artistas, investigadores culturales, filósofos, geógrafos, sociólogos y antropólogos.
Todo pasa por diseñar un moderno modelo de vida alternativo, que plantea la utilización de la energía del sol y la termodinámica de la Tierra para viajar por medio de esferas flotantes, así como darse cuenta de que la energía y los recursos son circulares y flotantes. Todo ello se deja plasmado en esta exposición que se puede visitar durante este verano.
Por último, esta exposición se acompaña de un completo programa de talleres prácticos. De este modo, todos los visitantes recibirán un detallado y sencillo manual de instrucciones para construir sus propias esculturas aerosolares. Se trata de involucrar al visitante para que participe.
Foto vía IAK