Se ha puesto en marcha una exposición en el Museo del Mueble de Viena con unas docenas de utensilios que van desde lo ”kitsch” a lo sexista y racista. Así, se pueden ver zapatillas con forma de pene, una lámpara que recrea un fusil automático, un modelo de iPhone fabricado en condiciones de semiesclavitud, tazas con pezones, una salsera mal diseñada que derrama su contenido…
La exposición ”Objetos Perversos” se puede vistiar hasta el 6 de julio y aborda la concepción del buen gusto y de la estética surgida en el siglo XIX y plantea si ese ideal es todavía válido.
El concepto aparece a finess del siglo XIX, con reputados estudiosos como Gustav Pazaurek e instituciones como la Deutsche Werkbund, una asociación de artistas, industriales y diseñadores que influyó en la aparición de la Bauhaus alemana.
Pazaurek fijo que, para saber lo que era el buen gusto, en primer lugar había que enfrentarse con el malo. Debido a ello, elaboró una especie de gabinete de los horrores en el que reunió objetos considerados “malos” , debido a s su estética o su funcionalidad.
Además, Pazaurek puso en marcha un sutil sistema de clasificación con tres categorías de “fallos” (el material, la apariencia o la construcción) y numerosas subcategorías. Una cuarta categoría sería lo “kitsch” , en la que mal gusto y lo barato se conjugan en una combinación fatal.
Esta muestra enfrenta docenas de los objetos de Pazaurek con utensilios contemporáneos para comprobar si esas categorías del “mal gusto” han resistido el paso de los años.
Asi, la exposición plantea una nueva categorización, donde los niveles los marca la incitación a la violencia, el sexismo, el racismo, que el objeto haya sido fabricado en condiciones laborales injustas o el grado de contaminación o despilfarro de recursos que significan.
Un paquete de “snacks” marca Conguitos, con su imagen de un negrito rechoncho y de labios enormes; un balón de fútbol hecho por niños en Pakistán; tazas con forma de pechos de mujer; una alfombrilla de ratón que imita un trasero femenino; o hasta el iPhone 3G, fabricado en condiciones inhumanas en fábricas de China, son varios de estos nuevos “objetos perversos” .
Foto vía Univisión
