El Naschmarkt ocupa la ribera izquierda del riachuelo Wien (Linke Wienzeile), desde el edificio de la Secesión hasta la estación de Metro de Kettenbrücke: un kilómetro lleno de color, gente y chiringuitios autóctonos y exóticos para comer o picar. Empezó siendo un mercado de leche y poco a poco se convirtió en el principal mercado de avituallamiento de Viena.
En el primer trecho del mercado (Metro Karlsplatz, Kettenbrückengasse) próximo al edificio de la Secesción, hay varias especialidades exóticas para gourmets en los quioscos y elegantes locales en el calle Linke Weinzeile.
Adorna la fachada del Theater an der Wien un grupo escultórico, Papageno y sus hijos, porque en él se estrenó La Flauta Mágica de Mozart. También durante el Congreso de Viena, Fidelio de Beethoven viió en el teatro y tiene su cuarto reconstruido en una agencia de turismo musical que hay en la planta baja.
Hacia la mitad de la calle, a la altura del Café Drechsel, de inigualable atmósfera decadente, los quioscos del Naschmarkt son también más asequibles.
En el trecho final, hay otra estación de Metro construida por Otto Wagner en 1900. También son de Otto Wagner las casas números 38 y 40 de Linke Wienzeile: la casa de la fachada de rosas, Majolikahus, que fue decorada con valiosos alicatados de Alois Ludwig. Además, los sábados se monta detrás de la estación de Metro un famoso rastro, Flohmarkt, y un mercado de productos regionales.
Por otra parte, cerca está la casa mortuoria de Schubert que se encuentra en Kettenbrückengasse, 6, segundo piso. Se puede visitar de martes a doingos entre las 13.30 y las 16.30 horas. La entrada cuesta dos euros. En este lugar, Schubert murió a los 31 años de edad.
Era la vivienda de su hermano mayor, lugar que el médico le recomendó para ir en busca de un ambiente más sano que el del centro. Allí pasó los dos últimos meses de su vida aquejado de fiebres tifoideas acentuadas por la sífilis. En ella se exponen mobiliario, retratos, fotografías y partituras.
Foto vía Tripadvisor
