La topografía de Viena es como un lago de ondas concéntricas que se desborda desde el centro. La piedra que puso en movimiento dichas ondas la lanzaron los romanos, quienes erigieron aquí un puesto similar. Más tarde los planificadores urbanos tallaron el lago en 23 barrios numerados, cada uno con su carácter y estilo.
El centro (Innere Stadt) está rodeado por la Ringstrasse (ronda), que en su día fue un claro elevado que formaba parte de las fortificaciones de la urbe del siglo XIII. Desplazándose hacia el exterior, enter la Ringstrasse y la siguiente gran ronda de la ciudad, el Gürtel, se hallan los Vorstädte (barrios periféricos interiores), que dan paso al norte y al oeste al Wienerwald (Bosque de Viena), lleno de Heuriger. En general, cuanto más elevado sea el número de barrio, más lejos está del centro de Viena.