Los visitantes de Viena suelen buscar objetos antiguos de regalo para llevárselos como recuerdo de viaje. Rebuscando en los mercadillos de viejo y de antigüedades de la capital de Atustria se pueden encontrar algunos objetos raros y peculiares.
En primer lugar, el rastrillo que se instala en el Naschmarkt de Viena es todo un icono del sector. Alrededor de 400 vendedores ofrecen sus mercancías cada sábado, desde las 6:30 hasta las 18:00.
La oferta es bastante amplia: al lado de antigüedades de gran valor se pueden descubrir numerosos objetos curiosos, de tipo cursi o graciosos. Una cita ineludible para los buscadores de chollos y los amantes de los mercadillos de viejo.