Viena es una ciudad con varias joyas escondidas. No siempre se puede conocer todo lo que da la capital de Austria, por eso conviene dejarse algunas visitas para una segunda ruta por Viena.
La Akademie der Winssenchaft (la Academia de las Ciencias) se encuentra ubicada en el número dos de la plaza Dr.-Ignaz-Seipel, en el Inner Stadt Septentrional. Un lugar que destila belleza e historia.
Erigida por orden de la emperatriz María Teresa justo enfrente de la Universidad, entre los años 1753-1755, el edificio de la Academia de Ciencias es un magnífico ejemplo de clasicismo francés.
El 27 de marzo de 1808, se pudo disfrutar de uno de los conciertos más sublimes de la historia de la música en este edificio. Se interpretó el oratorio La Creación de Haydn, invitado de honor de esta soberbia función de gala, que supuso un éxito total para el viejo maestro, en presencia del gran Beethoven.
Desde el año 1883, este edificio alberga la Academia de Ciencias, una institución que fue fundada diez años antes.
La obra fue ejecutada, según un proyecto de J.N. Jadot, en estilo neoclásico francés para albegar la nueva sede de la Universidad. Luego, pasó a ser la sede de la Academia de las Ciencias.
La fachada, bellamente decorada por dos fuentes laterales, se ve totalmente ennoblecida en el centro de la planta superior por un bello balcón con varias columnas.
En el interior del edificio, llaman la atención el atrio central sobre columnas y en la primera planta, la Festsaal. Se puede visitar de lunes a viernes entre las 9.00 y las 17.00 horas, excepto los días de sesión. Se trata de una sala de fiestas que sufrió serios daños por un incendio en 1961. Luego, fue muy bien restaurada.
Los frescos de la bóveda, que representan las cuatro Facultades, realizados por G. Gugliemi, han sido sustituidos por copias de Paul Reckendorfer. En esta sala es es donde celebró el mítico concierto del que antes hablamos.
Por último, resultan interesantes la sala de Teología y la sala de Consejo, decorada con una gran estufa y con dos frescos de F.A. Maulperstch: Bautismo de Cristo, de 1756, y Alegoría de las Artes Figurativas, de 1759.
Foto vía TuriMagia
