Frente a la actitud conservadora, surge en Viena a finales del siglo pasado un moviemiento revolucionario para la época: el «Jugenstil» o modernismo. Tres grandes nombres representan a la arquitectura austríaca de comienzos del siglo XX: Otto Wagner, Josef Hoffmann y Adolf Loos.
1º. Secesión:
Es el símbolo más destacado de la rebelión artística en Viena. El edificio, diseñado por Joseph Olbrich, era la sala de exposiciones del movimiento de Secesión. En su interior, se encuentra el friso de Beethoven pintado por Gustav Klimt.
2º. Casas de Otto Wagner:
Al sur del edificio de la Secesión, en la calle Linke Wienzelle en los números 38 y 40 se alzan dos llamativas casas diseñadas por Otto Wagner durante su época secesionista.
3º. Karlpsplatz:
Dos pequeños pabellones emparejados, diseñados por Otto Wagner en 1898, son la entrada a la estación de metro de Karlplatz. Destacan por su excelsa decoración.