El romanticismo invade el Museo Albertina de Viena

Hasta el próximo 24 de febrero, el Museo Albertina en Viena alberga la exposición “El mundo de los Románticos”, que viene a contraponer el Romanticismo protestante del norte de Alemania y el católico que surgió  en Viena.

Una exposición romántica en el Museo Albertina

El Museo Albertina de Viena se halla en el número uno de Albernitaplatz. Esta exposición se puede visitar todos los día de 10.00 a 18.00 horas, salvo los miércoles que se amplia hasta las 21.00 horas.

En esta muestra, podrán verse cerca de 170 obras de la propia colección del Albertina, del Gabinete de Grabados en Cobre de la Academia de Artes Gráficas y obras internacionales prestadas para para este evento.

Reputados artistas como Joseph von Führich, Caspar David Friedrich, Francisco de Goya, Moritz von Schwind o  Julius Schnorr conforman una soberbia anorámica de esta sublime época artística.

Pese a que el Romanticismo ya ha sido estudiado de todo tipo de maneras, esta muestra profundiza en la figura que  este estilo artístico produjo  y que se dió de manera  distinta en el norte europeo protestante y en la tradición católica alrededor de Austria.

“El Coloso”, obra de Francisco Goya, es el punto de arranque de la muetra  y refleja el aspecto más oscuro del Romanticismo junto a la pieza “El sueño de la razón produce monstruos” de la serie “Los Caprichos”; el “Bobalicón” de la serie “Los Provervios” y varias imágenes de “Los desastres de la guerra”, todas ellas pintadas por Goya.

Por otro lado, los paisajes de Caspar David Friederich captan el alma de los personajes, su original alienación y sus conflictos mediante una naturaleza que puede ser difusa y agreste. Estos paisajes invitan a la reflexión. Además, se aborda su singular compresión del retrato alejandose de los dioses antiguo para pintar sobre mitos locales o tópicos religiosos.

Por último, el movimiento de La Fraternidad de San Lucas, conocidos como “los nazarenos” y que procedían de la Academia de Viena que se creó en 1809, plantea una renovación de la pintura religiosa a la que añaden  ideas románticas y se inspiran en los modelos del arte cristiano de la Edad Media  y de los inicios del Renacimiento.