Viena posee numerosos edificos y palacis que son dignas de visitarse durante el viaje a la capital de Austria. No siempre da tiempo a visitar todos, por eso os recomiendo anotar este edificio para la siguiente visita a Vinea. Imprescindible.
El Palais Lobkowitz se encuentra en el número 2 de la plaza homónima, que constituye una prolongación hacia el norte de la Albertinaplatz. Fue construido en estilo barroco, entre 1685 y 1686, por el afamadao arquiteto G.P. Tencalla para el príncipe Sigumund Dietrichstein. Entre 1709 y 1711 J.B. Fischer von Erlach el Viejo le añadió la portada y el ático, con lo que le dió su aspecto actual.
En el pasado, este palacio era uno de los centros de la vida musical, hasta el punto que en el año 1804 Beethoven dirigió por primera vez en él su tercera sinfonía, La Heroica. Todo un hito musical y cultural para Viena.
Restaurado en el año 1991, el Palais Lobkowtiz es hoy en día la sede del Osterreichischer Theatermuseum (se puede visitar de 10.00 a 18.00 horas, todos los días de la semana, salvo los lunes que permanece cerrado). Cuenta con todo tipo de documentación sobre teatro como manuscritos, libros, dibujos, obra gráfica, fotografías, trajes, películas, discos y recuerdos de H.Thirming, J.Kainz, M.Reinhardt, C. Neher, H.Bahr y F.Wotruba. Además, organiza exposiciones temporales sobre temas relacionados con la colección.
A espaldas de este bello palacio, continuando por la Augustinerstrasse, se encuentra a la derecha de la Dorotheergasse, en cuyo número 17 se halla el edificio barroco, construido entre 1898 y 1901, donde tiene su sede el denominado Dorotheum. Se trata de un monte de piedad fundado en el año 1707 que además de constituir una auténtica institución vienesa es, debido a las subastas que se celebran en él, un importante polo de atracción del mercado de antigüedades.
Foto vía Panoramio.com
